Desaprender consiste en ir mucho más allá, consiste en replantearte lo que hasta este momento se ha considerado inmutable.

Desaprendí a preocuparme de las cosas que no están a mi alcance, aquellas que no están bajo mi control, para aprender a ocuparme en dar solución a las que sí lo están.

Desaprendí a resignarme, para aprender a aceptar y tomar consciencia.

Desaprendí a vivir en el futuro, para aprender a vivir en el momento presente.

Desaprendí a dejar para mañana lo que puedo hacer hoy.

Desaprendí que no sólo hay una verdad absoluta, sino que hay varias formas alternativas de hacer las cosas, para aprender que es posible obtener objetivos prefijados siguiendo diversas sendas.

Desaprendí que la felicidad es un destino, para aprender que la felicidad es el propio camino.

Aprendí a alejarme de las personas tóxicas, para enriquecerme de las personas sensibles con un gran interior.

Desaprendí que sólo hay un camino para ser feliz, para aprender que la vida está llena de oportunidades que se te van presentando.

Desaprendí a forzar las cosas o fijar fechas, para aprender a fluir.

Aprendí a ver la profundidad de las personas y descubrir nuevos sentimientos.

Desaprendí a vivir pegada al reloj, para aprender el verdadero valor de la mercancía más preciada, el tiempo.

Desaprendí que llorar es malo, para aprender que las emociones hay que exteriorizarlas sin etiquetas.

Desaprendí que la vida gira en torno a lo profesional, para aprender que hay más vida detrás de la oposición.

Desaprendí que parar mi cronómetro era perder el tiempo, para aprender que es necesario dedicarme tiempo.

Desaprendí que el medio que me rodea era insignificante y aprendí a observar y conectar con la naturaleza.

Desaprendí a dedicar el tiempo mínimo a los míos,  para aprender que esos momentos con ell@s no los cambiaria por nada.

Desaprendí el sentimiento de culpa, para aprender de los errores.

Desaprendí a juzgar a las personas, para aprender que no hay buenos o malos, tan solo equivocaciones.

Desaprendí la negatividad, para aprender a pintar mi día de colores.

Aprendí que no hay otro amor igual como el que te brinda tu perro.

Desaprendí a sentirme ansiosa, para aprender a relajarme.

Desaprendí que dedicar momentos a no hacer nada no valía de mucho, para aprender que son necesarios para la renovación de mi interior.

Desaprendí que estar sola existe, para aprender que estar a solas es estar contigo misma.

Aprendí a apreciar lo verdaderamente importante y a quererme más mí misma.

Desaprendí que estar perdida es de locos, para aprender que es necesario para volver a encontrarme.

Desaprendí que son los demás quiénes te defraudan, para aprender que eres tú mismo quién se defrauda a través de las expectativas creadas.

Desaprendí que las personas pueden curarte, para aprender que sólo tú mismo puedes hacerlo.

Desaprendí la frase “quiero ser feliz”, para aprender “soy feliz”.

Desaprendí que sacar al niño que todos llevamos dentro es de ser inmaduro, para aprender a jugar de nuevo.

Aprendí que cuando algo se convierte en una obligación, deja de ser un sueño.

Desaprendí a ser impaciente, para aprender que la recompensa y éxito está en el esfuerzo día tras día.

Desaprendí a luchar contra mí misma, para aprender a aceptarme y abrazarme.

Desaprendí que la felicidad es hacer lo que uno quiere, para aprender que la felicidad es amar lo que haces.

Desaprendí a desafiar las señales que mandaba mi cuerpo, para aprender a escucharlo.

Aprendí que en la vida todo se puede desaprender, para seguir aprendiendo.

Y ahora estoy desaprendiendo a tensar al límite las cuerdas de mi guitarra, para dejar que suene la especial melodía de mi cuerpo…

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Be water my friend…               CAROL