Entre estar ocupado todo el tiempo  y ser productivo hay una gran diferencia. Trabajar los más duro posible y durante muchas horas no siempre te llevará al éxito. A veces trabajando menos se pueden obtener mejores resultados.

No puedo creer que yo esté escribiendo estas palabras, cuando dedicaba doce horas por y para la preparación de la oposición (lo digo porque comía pensando en la biblioteca y cenaba temas, actualizaciones….). Ya me lo decía una amiga y, aunque es verdad que el preparador te marca un número mínimo de horas de estudio porque hay mucho temario que memorizar, a veces, simplemente estaba allí, sentada, cansada y  pensando más en lo que tenía que hacer al llegar a casa que en el Real Decreto del amianto, bueno el amianto tampoco es que fuera de mis preferidos 🙄  Resistir, no irme, aguantar y decirme «venga un poco más», me hacía sentirme mejor y tener la percepción de que había «cumplido» con mi deber. En realidad la mente se acostumbra y el día que no quiere hacerte caso ya te encargas tú de forzarla. Eso no es bueno. Tampoco vas a retener más. Hay que saber cuando sí y cuando no. Todos los días no son iguales…

No es la cantidad de tiempo invertido. Sí, hay que esforzarse un mínimo de horas si quieres lograr tus objetivos y según que meta quieras alcanzar, trabajar muy duro, pero lo que realmente cuenta es que el tiempo invertido sea verdaderamente productivo, tanto, que te permita haber logrado un trabajo bien hecho y resultados satisfactorios, sin salír con la cabeza rota. Haber alcanzado tu meta del día y si no ha podido ser hoy, mañana más y mejor. No hay que autoflagelarse. Hay que saber cuando parar.

Las personas con resultados más eficientes son aquellas con una mayor concentración, una correcta organización y las que saben aprovechar el tiempo.

Hábitos a tener en cuenta si quieres estar menos cansado, de mejor humor y por tanto ser más productivo  😀

1. Es muy importante el descanso, dormir bien. 

Si quieres aumentar tu positividad y con ello tu productividad es muy necesario haber descansado correctamente, que no es lo mismo que dormir 7/8 horas. Basta con que las horas que hayas dormido, sientas que al levantarte has descansado profundamente y te encuentres renovado. Si tienes problemas controla las cenas, toma infusiones, vete antes a la cama e intenta relajarte dejando que la mente se vaya a otra parte, sin tv, sin móvil…



2. Deja de trabajar horas extras. 

No es necesario trabajar más para rendir más. Al contrario, te fatigarás con mayor facilidad y tu carácter se volverá más hostil.

Horas extras solo salvo causa de fuerza mayor. Estas tienen la obligación de hacerlas tanto los trabajadores a tiempo parcial como a jornada completa. Obviamente, luego deberán ser pagadas a parte o compensadas. Además no cuentan para los límites (80 al año) y su cotización a la SS es inferior. Ojo! que las horas extras por fuerza mayor solo son las empleadas para prevenir o reparar siniestros y otros daños extraordinarios y urgentes. Inundación, incendio, vandalismo, etc.

El TS ya dejó claro que la fuerza mayor es un acontecimiento externo al círculo de la empresa y del todo independiente de la voluntad del empresario que, a su vez, sea imprevisible o que previsto, sea inevitable y además es a la empresa a la que corresponde la carga de la prueba al respecto. Hay mucho listillo que se encarga de llamar fuerza mayor a todas las horas extras y así cotizar por menos.

3. No digas que sí demasiado seguido.

“La diferencia entre las personas exitosas y muy exitosas es que las personas muy exitosas dicen que no a casi todo“, decía Warren Buffet.

No se trata de ser egoístas, sino de ser realistas. Pensar que no podemos complacer a todo el mundo ni estar en todas partes. Desarrolla la asertividad y ponla en práctica. Te sentirás mejor contigo mismo, más seguro y serás más feliz, lo que hará que seas más productivo a la vez.

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4. Deja de hacerlo todo por tu cuenta y permite que te ayuden.

Aprende a pedir ayuda y a delegar tareas. No vas a ser peor o menos profesional en tu trabajo, al contrario, el trabajo en equipo es muy válido y necesario. Descárgate, no quieras controlar y acapararlo todo.

El neuropsicólogo clínico David Nowell asegura que las personas que no confían en delegar en otros parte de sus tareas porque creen que lo harán peor o porque tienen el síndrome de hiperactividad, empiezan a hacer más cosas y de manera más productiva cuando alguien más se encuentra en el mismo lugar que ella. Así que intenta pedirle a alguien que te acompañe para apoyarte; sin embargo, no para supervisarte.
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5. Deja de ser perfeccionista.

Las personas perfeccionistas gastan en una tarea más tiempo del permitido. Esperan un momento ideal para empezar. Pero en los negocios, si es el momento perfecto, ya llegaste tarde.

Se pierden el panorama completo concentrándose en los detalles. Recuerda que el momento perfecto es justo ahora.

Y para ellos nunca es suficiente. No se permiten cometer errores y eso es lo mejor que hay para aprender.

“Si no te equivocas de vez en cuando, es que no lo intentas” Woody Allen



6. Deja de hacer lo mismo: automatiza la rutina.

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” Albert Einstein.

La monotonía mata lentamente. Hoy en día las cadenas de producción están la mayoría automatizadas, pero recuerdo que en la carrera estudiamos a Henry Ford, pionero del trabajo en cadena y la producción en masa y las consecuencias que esos movimientos repetitivos producían en los trabajadores. Insalubres, física y mentalmente. En esa época eras un número.

Aún continúa el trabajo repetitivo en algunos empleos, porque no hay más remedio. Gracias que existe la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que lo convierte en más saludable y ergonomico o, al menos eso debería, aunque en la práctica queda mucho por hacer. No es un gasto, es una inversión. Más vale prevenir que curar.

Todos tenemos una rutina en el trabajo, unos más otros menos. Yo soy partidaria de trabajo con sorpresas y ameno. Lo que debemos intentar de vez en cuando es cambiar la forma de hacer las cosas. Recurre a tu creatividad en la medida de lo posible y prueba métodos nuevos, opiniones, otros recursos, etc. Inventa dentro de tu área de trabajo.


7. Deja de trabajar un minuto y tómate un tiempo para no hacer nada.

Quizá de las más importantes. Es el motor que permite hacer funcionar nuestro cuerpo y mente de manera saludable. Hay que dejarlo en punto muerto de vez en cuando. Nos concede mayor rendimiento. Es muy importante distraerse a veces de todas las preocupaciones, salir a dar una vuelta y estar solo. Dedícate tiempo para ti y para no hacer nada, nada. Algunas investigaciones destacan que una cierta dosis de soledad hace a las personas más capaces de empatizar con los demás. Y es real.

Es importante para nosotros encontrar un tiempo para parar y reflexionar. Aunque digas que no lo tienes, oblígate, aunque sea diez minutos al día. Hazme caso, yo no lo hacía, ahora estoy obligada y encantada. A veces encontramos soluciones cuando no las estamos buscando. Tampoco sigas a raja tabla el ejemplo de Homer😆

Hay que cuidar los recursos más valiosos de una empresa, las personas.

Sin las personas el trabajo no sería posible.