“Todo caos debería tener un orden interno al que poder recurrir cuando te encuentres totalmente perdido, o simplemente una razón de ser, un pequeño hecho que te recordará que tu vida es un puzzle mezclado porque alguien, o algo, o tú mismo decidiste deshacer la parte que ya tenias montada, por aburrimiento, porque no te gusta la silueta que se adivina entre las ranuras de las piezas o porque te aterra terminarlo antes de tiempo.”
Del libro “Cuando volvamos a casa”
El caso es que tu orden interno está ahí, dentro de ti y de mi, pero toca buscar y rebuscar en el interior…como si la cosa fuera fácil. Todo tiene una razón de ser, aunque en este “momento lost” no encontremos hechos, ideas, justificaciones, palabras, pensamientos claros. Sientes en tu cabeza una espiral negra. A veces sientes el ying y otras el yang. Sigues el único camino que parece haber por ahora, hasta que ese, nuestro caos, al que no le tengo mucho cariño, decida desenredarse, iluminarte y hacer que sientas esa paz dentro ti. Es entonces cuando aparecerán varias entradas y salidas. Lo tomas o lo dejas. Decisiones. Soluciones. Y abrazarme con fuerza a la vez que salir corriendo sintiéndome como un pájaro libre. Desde ese instante eterno sentirás que eso que te está pasando fluye de tal manera que es imposible no haberlo vivido antes. Quien sabe si en otra vida.
No sé si quiero deshacer el puzzle, tirarlo de la mesa viendo como cada una de las piezas se pierden unas con otras o terminarlo hasta el final. Hay que pensárselo dos y tres veces. Lo que sí sé es que me falta esa pieza, la pieza clave para poder adivinar el sentido de este rompecabezas. De todo lo que está pasando. Y mucho depende de mí. Todo (+)(-).
Y volver a ser la mejor versión de mí misma. Vivir intensamente y que yo lo sienta.